Tomo algunas palabras de un comentario de Pine para recordar a un niño que jugó al softbol, y hoy es un ángel que revolotea sonriendo por nuestra cancha en cada encuentro y más cuando ella se llena de niños que se divierten y juegan.

Nuestro campo lleva su nombre “German Bermudez”, en el poco tiempo que estuvo con nosotros, con enorme pasión y entusiasmo, solo dejó de jugar cuando su organismo dijo basta, y seguramente llevó su pasión al cielo.
2 comentarios:
Una vez mas, muy bueno! muuy bueno! Tenemos base tenemos escencia que mas queremos para crecer y llevar a cabo lo que el medio santiagueño nos exige?
muy bueno realmente conmovedor...
gracias de corazon muchas gracias...
se los quiere...
saludos desde ceres...
sigan asi...
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