Al final de la ceremonia me acerqué al sitio donde él había hablado, con el fin de felicitarlo.
Había tanta gente moviéndose de un lado a otro y no logré ver adonde se acomodó, o quizás se uniformó para tomar parte del partido.
Volví mis pasos, y al pasar por el Dugout, vi unas hojas de cuaderno; las tomé, era letra de un niño, me percaté que era justo el mensaje que aquél niño había pronunciado, pero sé que lo memorizó; pues cuando el estuvo al micrófono, no tenía nada en las manos.

"Muy buenas noches distinguidos invitados, padres de familia y compañeros de otros equipos soy un pequeño jugador, y estoy orgulloso de serlo de pertenecer a este equipo y a estos movimientos infantiles.
Deseo sinceramente, que esta competencia sea de superación para todos, y la disfrutemos juntos como una gran familia.
Señores managers, en nombre de todos los participantes, les damos las gracias por su tiempo, dedicación y esfuerzo que han compartido con nosotros, y que no siempre es bien apreciado.
Gracias también a los patrocinadores y a los organizadores que con su apoyo, hacen que nuestra participación sea mas lucida y brillante.
Padres de familia y compañeros que participan conmigo, los invito a meditar sobre nuestros errores, para con ello crecer más para beneficio de nuestro deporte.
También les diré lo siguiente:
A ti mamá, que crees que soy la futura estrella, por favor no me grites, ni me critiques en el campo; déjame ser parte del equipo, y desempeñarme lo mejor que pueda. Tal vez necesite más tiempo y entrenamiento, apóyame en eso; sé que si por ti fuera me tendrías en las grandes ligas, pero recuerda que sólo soy un niño, que lo menos que desea es hacer el ridículo. Sólo te pido que me dejes disfrutar la realidad, solo eso: un niño con ganas de aprender.
A ti Papá, que criticas managers y directivos; dame la satisfacción de sentirme orgulloso de ti, ven y participa activamente, estoy seguro que con tus conocimientos vamos a ser mejores, y sobre todo, tú y yo seremos mejores amigos, compartiremos vivencias inolvidables y maravillosas; y eso no se compra con todo el dinero del mundo.
A usted señor juez, que es la autoridad en el terreno de juego, y que con su trabajo nos señala los errores, le deseo que al terminar cada juego, su mayor recompensa sea su imagen en el espejo que le haga exclamar, ¡te felicito porque tú fuiste justo y honesto!
A ti compañero de equipo, que disculpas los errores escudándote en los demás; entiende que estos sólo se superan enfrentándolos, nadie ha perdido un pedazo por decir me equivoqué, quienes así lo han hecho, triunfaron: llegaron a la meta con gran entusiasmo. O ¿crees que los grandes jugadores de selecciones han sido extraterrestres? ¡No! ellos también fueron niños, igual que nosotros; pero tuvieron entusiasmo, disciplina y coraje, y lograron destacar en lo que más les gustaba: el softbol.
Es probable que no lleguemos a ser como ellos, pero cómo saberlo si ni siquiera lo intentamos; a lo mejor de aquí podemos tener gratas sorpresas algún día; y si no fuera así, el mayor triunfo es que dentro de cada uniforme hoy, tengamos un mejor ciudadano mañana.
Vamos a darle duro y con alegría, que gane el mejor y que viva el softbol".
Hoy sé, que cada cancha de softbol, "es un campo de sueños". Cuántas cosas que hoy son reales, ayer fueron un sueño. Si usted tiene un hijo, llévelo al softbol; quizá no llegue a ser estrella, pero tendrá en él un amigo, y para siempre.
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